Como pequeña empresa de ropa, económicamente, lo más inteligente sería no hacer nada más que vender nuestros productos. Ya somos mucho más responsables que otras marcas, así que ¿para qué el esfuerzo adicional? ¿Vender ropa sostenible no es suficiente? Routonomy aspira a ser algo más que una marca de ropa independiente. Queremos un cambio y lo estamos consiguiendo. Por eso nos asociamos con la Fundación Federico y creamos el Proyecto Ceiba: sembramos un árbol por cada compra en Routonomy.
¿Por qué la deforestación es un problema?
Todos hemos oído que la deforestación contribuye al cambio climático, pero ¿cómo funciona eso exactamente? Sabemos que los árboles absorben carbono (y liberan oxígeno). Un árbol cortado no absorbe nada. Sin embargo, ¿sabías que todos los árboles, tanto los que caen de forma natural como los talados, emiten gran parte del carbono almacenado en forma de CO2? Un árbol, al caer no perjudica a la Tierra. Es un proceso natural, diseñado de forma muy inteligente por la madre naturaleza. Porque un árbol caído deja espacio a nuevas plantas, a menudo de crecimiento más rápido, que aumentan la absorción de carbono.
Aquí es donde el ser humano se equivoca y entra en juego la escala. La deforestación a gran escala emite grandes volúmenes de CO2 cada vez que se talan árboles. No permite que la vegetación nativa vuelva a crecer a su ritmo y la tierra suele estar invadida por actividades del hombre. Esto es, sencillamente, un problema. La deforestación a gran escala no sólo consiste en talar árboles. También está reduciendo el hábitat natural de toda la fauna y flora, del subsuelo y de la superficie, causando un efecto negativo en la biodiversidad. Esta es fundamental para un mundo sano (más información en otro blog). La tala a gran escala también tiene un efecto sobre los ciclos del agua, no sólo alterando el ciclo natural, sino también provocando casi a menudo sequías. Porque los árboles mantienen el agua. Y necesitamos agua.
Estamos hablando a gran escala. Ahora hablemos en casa, Colombia. Por desgracia, la deforestación es un problema creciente en Colombia. En las dos últimas décadas, se talaron más de 3 millones de hectáreas de árboles, más de la mitad de ellas en el Amazonas. No sólo es escandalosa esa cifra total, sino que aún más preocupante es que cada nuevo año la superficie talada es mayor que la del año anterior.
La deforestación no es sólo un problema medioambiental; también suele estar vinculada a prácticas ilegales como la minería, la ganadería no autorizada y los cultivos ilícitos. Esas actividades suelen contratar mano de obra barata para que trabaje para ellas en circunstancias deshumanizadoras. Es un círculo vicioso muy difícil de romper, que hace de la deforestación también un problema socioeconómico.
Se calcula que, en términos porcentuales, la deforestación contribuye entre un 12% y un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Queremos que esa cifra sea del 0%. Es ilusorio pensar que la deforestación se detendrá pronto. Los intereses económicos de algunos son demasiado grandes. Así que tenemos que actuar también en el frente de la reforestación. ¡Y a lo grande! Y por eso plantamos árboles junto con la Fundación Federico.
Hogar dulce hogar: reforestación del Cañón del Chicamocha.
La historia de la Fundación Federico es interesante, aunque trágica. Se fundó en memoria de Federico Restrepo, quien falleció en un accidente de tránsito. Era un joven médico apasionado por el tenis de mesa, la reforestación y el senderismo por el Cañón del Chicamocha, en Santander. Años después, su legado sigue vivo, ya que la fundación se encarga de:
- Financiación y apoyo a la investigación médica,
- Promoviendo el tenis de mesa y...
- La siembra de árboles.
Aunque se enfocan en la reforestación de varios árboles nativos, su árbol más importante es La Ceiba Barrigona; un árbol emblemático y nativo de esta región que no crece en ningún otro lugar. Su crecimiento es lento pero continuo y es capaz de almacenar mucha agua en su "barriga", lo que le permite soportar los largos periodos de sequía. Sus raíces ayudan a mantener el suelo. Desafortunadamente, está en peligro de extinción. La Fundación Federico se encarga de buscar las semillas, de que se conviertan en pequeñas plantas y de sembrar las ceibas y otros árboles nativos. Todos ellos son plantados en una zona del Chicamocha y cuidados por su equipo de especialistas.
Una de nuestras partes favoritas del Proyecto Ceiba es que invitamos a amigos de Routonomy, o como los llamamos nosotras, routonomists, para venir a sembrar árboles personalmente. Si quieres participar en estas jornadas de siembra, puedes encontrar más información en nuestras redes sociales. También, si estás lejos y no puedes asistir, te encantará saber que al comprar en Routonomy, igualmente estarás contribuyendo a esta causa y un árbol llevará tu nombre. Si quieres ir a plantar árboles por tu cuenta, ¡puedes ponerte en contacto con ellos y organizar una jornada de siembra cualquier otro día!
Fast fashion y deforestación
Aunque la moda rápida no es la principal responsable de la deforestación, lo cierto es que participa en ella. Muchos de los materiales utilizados en la moda rápida proceden de la madera. La ONG Canopy calcula que cada año se utilizan 200 millones de árboles para la industria de la moda. Constituyen el material principal de los tejidos más baratos, como la viscosa o el rayón. Es cierto que una parte de esos árboles se vuelven a sembrar. Aun así, es una práctica que afecta al medio ambiente si la prenda no está diseñada para durar. Así que asegúrate de comprar prendas que vayas a usar a menudo y que sean atemporales.
Transparencia total: Routonomy también utiliza fibras de madera como Lyocell y Tencel. Hablaremos más sobre estas fibras en otros blogs. Por ahora, basta con saber que pedimos a nuestros proveedores que demuestren que proceden de bosques certificados.
Entonces, cuando compro una camiseta ecológica, ¿por qué se siembra un árbol?
Ahora te imaginamos pensando... comprando ropa de fibras naturales y luego sembrando un árbol, ¿resolveré este problema? Desde luego que no. No compensaremos los 3.000.000 de hectáreas taladas en los últimos 20 años. Pero no todo tiene que ser perfecto para tener un impacto.
Las cofundadoras de Routonomy son dos madres cuyos hijos tienen 4, 2 y 1 años, y hay uno en camino. Dentro de diez años, queremos poder llevarlos de excursión por un bosque de árboles nativos; enseñarles la importancia de convivir con la naturaleza sin intentar controlarla y a respetar y retribuir a la naturaleza en todos los aspectos de la vida. Queremos que sepan que incluso aportando pequeños granitos de arena, se marca una gran diferencia. Y si somos capaces de transmitir esto a otros, y esos otros lo transmiten a otros más, podremos tener un impacto cada vez mayor.
¿Te apuntas a la próxima siembra?
Hemos utilizado las siguientes fuentes para este blog:
WWF, Somos el Cambio, London School of Economics / Grantham Research Institute, Sustainably-Chic.